Bosquejo: El Hogar Refugio y Santuario
Bosquejo de la semana del 16 al 21 de marzo del 2015
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EL HOGAR REFUGIO Y SANTUARIO
Prov. 24:3 Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; 4 Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros.
Preguntas:
1. ¿Qué entendemos por la palabra santuario?
2. ¿Por qué nuestro hogar debe ser un lugar de refugio para cada miembro de la familia? ¿Cómo podemos hacer de nuestra casa un santuario?
3. ¿Qué sucede si uno de los miembros de la familia no encuentra refugio en su hogar?
Ilustración: la familia debe funcionar como una red, cuando algún miembro esté sobre la cuerda floja, donde un paso en falso pudiera causar una caída fatal, en caso de que este cayera al vacio, seria rescatado por la red (la familia), sin daño alguno. Sabiendo que si alguno de los miembros comete algún error la familia estaría allí para rescatarlos y no quedaran heridos o desechados.
Introducción: El hogar y la familia son la unidad fundamental de la sociedad así como son los hogares y las familias, así serán la comunidad, la ciudad, el país. Nuestro hogar puede y debe ser un refugio y un santuario que nos proteja del mundo atribulado en que vivimos. La infidelidad, el divorcio, el aborto y los hogares abandonados está en aumento; el padre esta rápidamente perdiendo su papel tradicional de encargado, de proveedor, de protector, de educador moral y de cabeza de familia. Por eso es tiempo de rescatar el hogar y convertirlo en un santuario.
1. NUESTRO HOGAR UN SANTUARIO Salmo 28:3
a. Santuario significa un lugar o un edificio que se considera sagrado. Debemos convertir el hogar en un lugar sagrado donde no debemos llevar la suciedad del mundo exterior.
b. Un lugar donde no llevamos los problemas del trabajo, de la iglesia o de la escuela. Un lugar donde no nos desquitamos los unos a los otros por las frustraciones de la vida.
c. No hay que llevar los problemas a la alcoba, no debemos discutir o pelear en el lugar de intimidad. Los problemas del trabajo no debemos llevarlos al hogar sino dejarlos fuera antes de entrar.
2. NUESTRO HOGAR UN REFUGIO Salmo 18:2
a. Así como el Señor es nuestro refugio el lugar donde podemos escondernos, así el lugar de más confianza y seguridad debe ser la familia. Allí esperamos recibir el consejo honesto y verdadero, porque es aquí donde se quiere lo mejor para nosotros.
b. La razón por la cual muchos hijos o esposos (as) no corren hacia sus familias cuando están en problemas, es por el temor a ser condenados y acusados, y entonces en momentos de crisis reciben consejo de gente que no está preparada o no quiere lo mejor para ellos.
c. Cada miembro de la familia debe tener la confianza que en su hogar hay un escondite, hay un lugar seguro donde no será destruido por las criticas, la culpa, el enojo o el abandono.
3. EL PAPEL DE LOS MIEMBROS DEL HOGAR
a. El hombre (Génesis 2:15) es el responsable de cuidar que el hogar sea un refugio, siendo el primero en buscar la paz, no faltando el respeto, el esposo y padre protege, suple, guía, escucha, es diligente y dirige el hogar.
b. La mujer (Prov. 14:1) es clave para que el hogar halla paz, y el marido e hijos quieren regresar la casa, a encontrar un refugio. La negatividad, la abundancia de palabras, gritos, contienda, quejas hacen que esposo e hijos no quieran regresar al hogar y quieran alejarse, La mujer es llamada a ser prudente en sus palabras y forma de actuar.
c. Los hijos (Efesios 6:13) son llamados también a contribuir a que el hogar sea un refugio, con su obediencia, aprendiendo a vivir en perdón con sus padres y aceptar que no son perfectos, aprender a vivir en aceptación. Deben aprender a tener confianza en sus padres y hermanos.
Conclusión: Cada miembro de la familia es llamada y tiene la responsabilidad de contribuir para que el hogar sea un santuario, un lugar de refugio donde pueden acercarse a descansar, a recibir y dar comprensión, a brindar amor, respeto, confianza y seguridad. Hoy Jesús puede ser tu refugio en medio de la tribulación, si tu hogar no es un refugio todavía permítele a el que lo sea en tu vida.
ORACIÓN DEL PECADOR
Señor Jesús reconozco que he pecado y que tú moriste por mí, hoy me arrepiento y te pido perdón. Te entrego mi vida y mi corazón para que seas mi Señor y mi Salvador, amén.